miércoles, 31 de octubre de 2012

¿HALLOWEEN, SAMHAIN, O FIESTA DE TODOS LOS SANTOS?

Pese a que hoy en día se considera una fiesta/tradición netamente norteamericana (con la carga negativa que esto conlleva, habida cuenta de la mala fama que los EE.UU. atesoran en el imaginario colectivo del espectro nacionalista), lo cierto es que su origen es en realidad celta y, por tanto, EUROPEO. En su ingente y laboriosa tarea evangelizadora, la iglesia cristiana adoptó y modificó fiestas y tradiciones como esta y de hecho propició que su verdadero significado cayera en el olvido. No pretendemos sentar cátedra ni poseer el monopolio de la verdad, pero sí destacar que consideramos un error calificar esta fiesta como instrumento de invasión cultural por parte del imperio global norteamericano…
Origen celta.
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de irlandés antiguo y significa fin del verano. Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. En el Samhain se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el “Año Nuevo Celta”, que comenzaba con la estación oscura.

Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. En Escocia los espíritus fueron suplantados por hombres jóvenes vestidos de blanco con máscaras o la cara pintada de negro. El Samhain también era un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para prepararse para el invierno. Las hogueras también desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaban y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera.
Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas.
La tradición romana.
Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la "fiesta de la cosecha", en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de las celebraciones.
Relación con el Cristianismo.
Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a "Todos los Mártires". Tres siglos más tarde el Papa Bonifacio IV (615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicándolo a "Día de todos los Santos", a todos aquellos que los habían precedido en la fe. La fiesta en honor de Todos los Santos, inicialmente se celebraba el 13 de mayo, pero fue el Papa Gregorio III (741) quien la cambió de fecha al 1 de noviembre, que era el día de la "Dedicación" de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la Fiesta de "Todos los Santos" se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, ésta también tuvo su celebración vespertina en la "vigilia" para preparar la fiesta (31 de octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: "All Hallow's Eve (inglés: All Hallow's Eve, '(Vigilia de Todos los Santos' )? Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a "All Hallowed Eve", posteriormente cambio a "All Hallow Een" para terminar en la palabra que hoy conocemos "Halloween" que se convirtió en un festival puramente comercial.
Existen algunas prácticas tradicionales en las naciones celtas que aún conservan la herencia de dicha fiesta, como las diásporas irlandesa y escocesa.
La misma palabra fue usada para nombrar un mes en el antiguo calendario celta, en particular a las primeras tres noches de este mes con el festival marcando el final del verano y de las cosechas. En los idiomas gaélicos "Samhain" es la palabra para "noviembre" y puede significar "fin del verano".
Cristianización de la festividad.
En una época en la que predominaban las festividades "paganas",9 los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.

Samhain en la cultura celta.
El calendario galo dividía el año en dos mitades, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (lunación octubre-noviembre), y la mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (lunación abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo celta. Todos los meses comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las "tres noches de Samonios", la luna llena más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Las lunas llenas marcaban el punto medio de cada mitad del año durante las cuales se celebraban festivales. El calendario de Coligny marca la luna de pleno verano, sin embargo, omite la de pleno invierno. El calendario fue diseñado para alinear las lunaciones con el ciclo agrícola, y la posición astronómica exacta del Sol se consideraba menos importante.
En la Irlanda medieval, Samhain permaneció como la principal festividad, celebrado con una gran asamblea en la corte real de Tara, durando tres noches, consistente con el testimonio galo.
La festividad céltica del Samhain se describe como una comunión con los espíritus de los difuntos que, en esta fecha, tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces.
Después de que los romanos conquistaran gran parte de los territorios celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pomona. Más tarde, los cristianos calificaron las celebraciones celtas como una práctica herética, destruyendo bajo este pretexto gran cantidad de la cultura, monumentos, y tradiciones celtas, para afianzar su dominio político y social del viejo continente. Fue la época de sometimiento de los pueblos libres paganos, que eran convertidos al cristianismo demonizando sus creencias, adoptando sus festivales, y convirtiéndolos al cristianismo. Así, el de Samain se convirtió en el día de Todos los Santos, de donde deriva el nombre inglés de Halloween.
Por el Samhain era costumbre vaciar nabos (posteriormente calabazas, debido a una tradición estadounidense) para ponerles dentro velas. Varios siglos después, esta tradición (que renace en la actualidad gracias al movimiento neo-pagano) tiene una falsa y deshonrosa continuidad en las fiestas comerciales de Halloween, que podrían ser una exportación de los irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX. Así, debemos considerarla como una celebración pagana y ancestral, al contrario que Halloween, que sería una celebración importada y modificada en Norteamérica para convertirse en una celebración puramente comercial.

VV.AA.

sábado, 27 de octubre de 2012

PERIPLO EUROPEO DE ALBERTO BUELA



A pedido de algunos amigos y sabiendo que no diremos nada nuevo sobre Europa que no se conozca hoy al instante a través de los múltiples mass media, vamos a intentar algunas observaciones.

A cierta altura de la vida, como es nuestro caso,  hombres ni viejos  ni jóvenes, cuando nos llegan un conjunto de invitaciones[1] para perorar en tres países europeos que nos son afines como Portugal, España y Francia, dudamos en ir porque ya no tenemos la voluntad de encarar lo imprevisto que supone un largo periplo, pero además porque no sabemos si lo que vayamos a decir será entendido o tendrá algún efecto.
Se nos pasó la época de viajar a Europa a estudiar con los grandes maestros que hubo in illo tempore, en mi caso con el erudito, Pierre Aubenque o el investigador Pierre Hadot o con el filósofo Pierre Boutang.
Se nos pasó también el tiempo de ir a enseñar curricularmente en una facultad determinada, trabajando de profesor de filosofía, como nos sucedió con alguna universidad europea.
Este viaje era distinto, pues como nos observó el buen amigo y mejor filósofo oriental Mauricio Langón: ¡Qué bueno lo del viaje! Unos pocos "nuestroamericanos" fueron a Europa a aprender (modelo: Simón Rodríguez), muchos más a joder (no doy ejemplos), otros a copiar (bien y mal, para bien y para mal), otros a refugiarse y volver, o a refugiarse para morir por no poder volver (tampoco doy ejemplos, por obvios). Pero... ¿ir de arquegueta?  ¿a decir lo propio, ni siquiera a enseñar? ¿a discutir de igual a igual? ¡Vamos! ¡Gozala!!!! No siempre se da... Y, por contrapartida, no te dejes engrupir que nuestra vida está acá.

Recorrimos Portugal de norte a sur, España de Madrid al norte y de este a oeste hasta Barcelona, en tanto que Francia lo hicimos del sur hasta Bretaña y de Normandía a París. La mayor parte del recorrido en tren, luego en auto y la menor parte en micro. Lo primero que nos llamó la atención, a nosotros conocedores de nuestro suelo, es no hallar en semejante recorrido ni un solo árbol caído y todos los campos trabajados sin ninguna gran extensión baldía o abandonada. Portugal, España y Francia si fuera por lo que se ve de sus campos son países poderosos. No se nota despilfarro ni trabajos al ñudo.
Lo cual nos muestra a las claras que existe una desintonía entre los gobernantes y sus pueblos. Los representantes no representan adecuadamente a sus representados. La crisis de representatividad es el mayor problema en estos tres países.

Pasemos al aspecto intelectual. Tanto los investigadores portugueses como españoles que tratamos, en general jóvenes,[2] mostraron una agudeza, profundidad y gentileza dignas de remarcar. Están activos y buscando temas nuevos, o encarar los viejos desde distintas ópticas. Tienen vida y ganas de desarrollarla. Hay como un esfuerzo por romper la retroalimentación endógena que generó la universidad de la segunda mitad del siglo XX.
Hoy al buscar temas y problemas allende la universidad se produce una eyección de vigor en ésta. Hoy estos temas son producidos por el pensamiento alternativo o no conformista como el grupo Finis Mundi en Portugal y tantos otros.
En cuanto a los investigadores franceses siguen centrados en su solipsismo y alejados de cuanto pueda interesar al hombre de nuestros días. Salvo excepciones, siguen siendo especialistas de lo mínimo, a quienes se les escapa la visión del todo: filósofo es el que ve el todo, y el que no, no lo es (Platón).


En orden a la vida del espíritu pudimos observar como en ciertas regiones de España y Portugal aun hoy cuando se entra a una iglesia podemos decir, con Heidegger, que habita lo sagrado. Esto también lo hemos visto en Loctudy, en la Francia profunda. Pero en general la mística masiva es el de las sociedades opulentas regidas por el dios monoteísta de mercado de consumo. Las iglesias de las ciudades medianas y grandes son museos y las calles invadidas por una abigarrada mezcla de etnias donde priman los rasgos moros, negros y orientales. La presencia islámica se nota en Madrid y Barcelona y es masiva en París, mientras que en Lisboa pasa desapercibida.
La clásica presencia judía en ciertos barrios de París hasta hace veinte años, hoy se ha prácticamente disuelto, ni por asomo tienen aquella manifestación pública casi prepotente, como la que hoy tienen en Buenos Aires.
Algo está cambiando en el meollo de Paris para que esto haya ocurrido. Montmartre desapareció y el Sacre Coeur es una feria persa. No vale la pena gastar una neurona ni un minuto del tiempo de vida en visitarlo.

Estará pagando Francia el hecho de traicionarse a sí misma y a sus mejores hijos como lo hizo con los diez mil harkis, argelinos fieles a ella, en la guerra de Argelia?. Irá España por el mismo camino traicionando sus mejores tradiciones permitiendo el genocidio saharaui por parte de Marruecos?
Uno no lo puede saber a ciencia cierta, pero los hechos son similares: el abandono del otro, del hermano, del compatriota, del correligionario, como dice muy bien Gibert Comte, es el principio de la decadencia.

Es que los hechos que conmueven al cielo no son los tsunamis culturales o político culturales, no son las grandes marchas gays, las masivas  peregrinaciones o las grandes manifestaciones de la primavera árabe. No son los grandes despliegues militares chinos ni el gigantismo norteamericano.
Los hechos que conmueven al cielo son los emblemáticos, aquellos que encierran un simbolismo mayor que pocos perciben. Son los hechos enigmáticos que solo los hombres sabios pueden descifrar. No podemos dejar de pensar que el fundamento último del mundo es algo escondido y que siempre se manifestó en forma de enigmas.
Viene bien recordar acá lo que Aristóteles relata sobre Homero: “Homero interrogó al oráculo para saber quiénes eran sus padres y cuál su patria, y éste le respondió así: “La isla de Ios es patria de tu madre y te acogerá cuando mueras; pero tu guárdate del enigma de los hombres jóvenes”. No mucho después llegó a Ios, allí sentado en la escollera vio a unos jóvenes pescadores que se acercaban a la playa y les peguntó si tenían algo. Éstos como no habían pescada nada y ante la falta de pesca se dedicaban a despiojarse, le dijeron: “Lo que hemos agarrado lo hemos dejado y lo que no hemos podido atrapar lo traemos”, aludiendo con un enigma a los piojos que habían podido agarrar y los habían matado y tirado, y los que no habían podido atrapar y los llevaban aún con ellos. Homero al no ser capaz de resolver el enigma murió de aflicción”.
El hombre común no muere de aflicción por no poder resolver un enigma pero el sabio sí, porque el sabio derrotado en un desafío a la inteligencia deja de ser sabio.
Esto observamos que esta pasando sobre todo con Francia, que apoyada en una sabiduría bimilenaria no puede resolver el enigma de este tiempo y marcha irremisiblemente hacia el propio extrañamiento de sí misma y su autodestrucción. En una palabra: Francia como Homero puede morir de aflicción.
El caso de España aparece menos grave, pues cuenta con fuerzas de reemplazo a su pérdida de vigor vital como es la masiva presencia de hispanoamericanos= bolitas, que se van a transformar con el tiempo en el verdadero katechón=obstáculo al avance del extrañamiento. Van a jugar acá el mismo papel que están jugando en Estados Unidos, en el corazón del imperialismo, donde lograron imponer el castellano como katechón al avance del inglés.
El resto, como la cuestión catalana o vasca es absolutamente anecdótico pues la mejor universidad de lengua castellana en ciencias de la comunicación y la educación sigue siendo la Deutso en el país vasco y en la Universidad de Barcelona se sigue publicando y enseñando en el idioma nacional sin ningún impedimento por parte de nadie.
Los pueblos catalán y vascos no se van suicidar dejando de usar el español, cuando hoy se ha transformado en la primera lengua de Occidente con 100 millones de parlantes más que el inglés.[3] Todo este revuelo es más un uso político partidocrático y circunstancial que una realidad vital. Al respecto ya nos alertaba Platón: una cosa es lo que aparece (hoy lo mediático, los intereses políticos) y otra cosa es lo que es.

Notas:



[1]  Y la publicación en Madrid de mi libro Disyuntivas de nuestro tiempo (ensayos de metapolítica) por Ediciones Barbarroja, dirigida por un editor que no piensa en el lucro sino que aun se mueve por ideales.
[2] Pudimos conocer en la Escuela de filosofía de Oviedo al más significativo filósofo español vivo y en actividad, don Gustavo Bueno, que es como un gran parapeto a la mediocridad, a lo políticamente correcto y al pensamiento único. Un orgullo para todos aquellos que hacemos filosofía en español.
[3] Merece ser mencionado acá el Movimiento internacional lusófono dirigido por Renato Epifanio, con quien estuvimos, y que desde el 2008 trabaja en la difusión y normalización del portugués en  los ocho Estados que lo tienen como lengua oficial (Portugal, Brasil, Mozambíque, Angola, Sao Tomé e Principe, Timor Oriental, Guinéa Bisau, y Cabo Verde) y en los cuatro enclaves (Macao, Goa, Damao y Diu) que suman un total de 270 millones de personas. Es que la expansión del portugués beneficia al castellano como la de éste a aquél, pues forman un mismo katechon al avance del inglés. Los franceses tendrían que apercibirse de este beneficio colateral, pero no están en condiciones ni intelectuales ni espirituales de hacerlo.

viernes, 26 de octubre de 2012

Marcha homenaje en memoria del camarada Bartomeu Puiggros.



Bartomeu Puiggros fue uno de los primeros miembros activos de la antigua organización nacionalsocialista CEDADE. Murió en un trágico accidente en la montaña sagrada de Montserrat. El próximo día 28, Devenir Europeo, tal y como inicio el año pasado, rinde un merecido homenaje a esta personalidad con una humilde subida desde el pueblo de Monistrol hasta Montserrat en su honor, donde se leerán unas breves reseñas de la vida de B. Puiggros.

lunes, 15 de octubre de 2012

¡SEAMOS GENTE NORMAL!


Incluimos en nuestro blog este articulo de nuestro amigo Juan Pablo Vitali dada su actualidad, ya que en nuestro ambiente metapolitico andan muchos personajillos disfrazados de lo que no son y otros que lo son y no necesitan disfraz..


El gran Niestzsche nos alertaba sobre la movilización de la historia. De algún modo Jorge Luis Borges también lo hizo en su cuento “El memorioso Funes” un hombre capaz de recordarlo todo hasta lo insoportable, o sea: de convertirse solamente en historia, en un incapaz frente a la vida. Algunas personas creen que absorbiendo la dinámica muerta de épocas pasadas aseguran su propia dinámica. Pero como la historia la primera vez es tragedia y la segunda vez comedia, se convierten precisamente en comediantes, para utilizar una palabra suave. Lo que unos usaron alguna vez como uniforme necesario y respetable, fácilmente puede convertirse en disfraz en otra etapa de la historia. La diferencia con el payaso, es que al menos este es consciente de lo que hace y para qué lo hace. El payaso es una caricatura artística. El disfrazado actúa en cambio de él mismo, y por su falta de consciencia vive la vida como un personaje de caricatura.

La falta de consciencia de la realidad es en política algo la mayor parte de las veces patético, pero algunas veces también peligroso. Hay perfiles psicológicos que lamentablemente toman como suyas etapas de la historia que han pasado y que ellos no sólo no han vivido sino que no han comprendido, porque son incapaces de discernir entre lo permanente y lo accidental. Europa y sus milenios de historia y de cultura son mucho más que cualquiera de sus períodos tomados en forma aislada por capricho o bien por ignorancia. La identidad europea es demasiado profunda como para que cualquiera tome una etapa o un proceso político aislado, por más importante que sea, y pretenda que con eso comprende la totalidad de la historia y el proceso político actual. 

Las élites no se disfrazan, sino que se mueven con creatividad y precisión en el momento que les ha tocado vivir. La política es el arte de hacer posible lo necesario, decía Maurras. El político es entonces un artista, un creador, no un imitador y mucho menos un disfrazado. El disfraz denota siempre la superficialidad cultural del que lo utiliza. Mal le haríamos a la memoria de Roma si saliéramos a hacer política a la calle disfrazados de romanos. Y así sigue la lista de disfraces hasta llegar a otros más cercanos en la historia. El arte es la más elevada expresión de una cultura. La estética, la actitud, la mentalidad de quien pretende defender una idea, nos muestran quién es esa persona en realidad y cuál es su capacidad de comprensión y de acción en el arte de la conducción política. Dejemos que se disfracen los payasos, que para eso están. Nosotros como parte de un pueblo, si pretendemos en algún momento conducirlo, por respeto a ese pueblo y a nosotros mismos seamos gente normal, que lo que nos distinga sea la comprensión de lo que pasa y la respuesta adecuada en el contexto real, no ya el disfraz, cualquiera que este sea.



viernes, 5 de octubre de 2012

EL JARDÍN DE LAS ESENCIAS



Cinco mil euros mensuales como mínimo. Esta ha sido la última perla de la casta política parasitaria de nuestro país. Los señores y señoras diputados y diputadas han decidido mantener su exiguo sueldo, arguyendo en ocasiones que no sabrían que hacer si se los redujesen. Cumpliendo su principal misión, esto es, aprovecharse del “servicio público” que dicen prestar en pro de intereses particulares; han decidido seguir con unos insultantes sueldos mientras siguen recortando en todos los ámbitos que les afecten a todos, menos a ellos mismos y a sus dueños los banqueros. Haciendo honor a su nombre, los parásitos viven a costa de los demás y creen que la clase productiva está para sufragarles a base de abusivos impuestos e irrisorios sueldos.

Hasta ahora ningún tipo de reacción contundente por parte de los sometidos, de los que con todo su esfuerzo se empeñan en mantener a chupópteros como mandatarios. Pero el ser humano es así y no parece tener remedio, solo responde al azote, a la patada en los hocicos; no sabe sino vagar por un mundo donde le dicen lo que pensar, comprar y creer, aherrojándose a lo que esa clase chupóptera y sus lacayos periodistas dicten. Los sometidos hacen lo que les dicen y callan.

El hombre actual se ha convencido de que la dicha era incurrir en el materialismo exacerbado para así evadirse de una realidad que no le gusta pero que cree irreversible. Esa es la sociedad que el ser humano ha creído conveniente para nuestro tiempo, sin valores y sin lealtades hacia nada más que a sí mismo y a los objetos que le poseen; y así vemos como la modernidad contempla la decadencia de lo que antes llamábamos Occidente y ahora es el gran mercado global donde todo se puede vender y comprar.

Pero la historia no acaba ahí, más bien de ahí parte, porque de esta concepción vital procede el resto de los males; los occidentales han decidido vivir sin sentido a la par que se formulan preguntas que antes sí sabían responderse. El hombre occidental no sabe de dónde viene y mucho menos a dónde va, porque la “sociedad” ya se ha encargado de arrastrarle a un mundo basado en el consumo y en la falta absoluta de ideas, de voluntad y de valores; que son los que convierten al Hombre en algo más que en un servicial consumidor, en un esclavo de la “democracia” y de su sistema de mercado.

Ahora que vienen malas, el occidental quiere echar la vista atrás para ver si su pasado le ofrece alguna solución, a ver si son capaces de escuchar alguna respuesta proveniente del Occidente verdadero que les aclare algo su negro futuro. Y es que el hombre de ahora sólo lloriquea cuando le tocan el bolsillo y cuando ello pierde cree haber perdido todo, pues en eso han hecho que se basen sus vidas. Nos han dicho que hay que consumir productos inservibles, que hay que seguir a las verdades que dicen poseer los periodistas y aguantar la ponzoña televisiva que entretiene a una población cada día más dócil e inerte. En eso nos hemos convertido, en esclavos de un sistema que nos dice por activa y por pasiva que es la quintaesencia de los sistemas, la cura de todos los males.

El pueblo occidental, comprado por el tentador caramelo del dinero que obtiene, que no es sino el remanente del verdadero patrimonio que ostentan los banqueros internacionales y amos del mundo, ha aceptado el sistema como se lo han dicho hasta creer que es libre sin llegar serlo. La realidad lo impone: nos han convertido en una población de borregos imbuida por el miedo que los dueños mundiales transmiten mediante sus propios medios de propaganda: qué sistema puede haber mejor que el nuestro, nos dicen sin que encuentren réplica.

Ahora toca quejarse, quejarse de qué y ante quién. ¿Acaso no sois vosotros los que votáis a quiénes os mandan? Vosotros, y nadie más, habéis firmado vuestra sentencia de muerte, la muerte más sonada de la historia de la humanidad, la desaparición de Occidente. Todas las conquistas sociales, terrenas y espirituales son sustituidas por lo que los parásitos han querido implantar: macro-ciudades, arte degenerado, hedonismo, pasividad y un materialismo exacerbado; de modo que se cieguen las mentes y que agonicen a modo de cabezas sin cerebro y de cuerpos sin espíritu; y con ello la muerte, la derrota total en un merecido final.
Occidente entero ahora llora y espera, sin que tenga claro a qué espera, pues sus arrebatadas creencias no les sirven para encontrar soluciones. Su desidia les impide ver que ellos mismos son los responsables de su presente y de su futuro. Prefieren estar apoltronados en sus sillones, esperando a que un parásito parlamentario al servicio de los gobernantes mundiales sustituya a otro y venga con la Caja de Pandora a descubrir el jardín de las soluciones y de libertades reales de las personas. Muy al contrario, la realidad y nuestra historia reciente nos dictan que la única improbable pero posible solución tan sólo puede encontrarse en la retrospectiva que cada uno haga de sus vidas, en la voluntad, en la acción...

Mucho hay que cambiar, eso sí, si se pretende que el verdadero yugo que oprime al mundo deje de hacerlo. Cómo, pues, parar los pies de la clase política y sus dueños, cómo combatir al materialismo si estamos incluso faltos de lo que más apreciamos: la materia, los objetos, las cosas... La ceguera generalizada llega hasta tal punto de auto castigo que no se comprende que por muchos bienes materiales que se tengan nunca se podrán superar los que ostentan los dueños del mundo y que, de hecho, sólo existe una fuerza superior capaz de derrotarle: una voluntad propia de existencia.

Así se nos presenta una situación irreversible, donde exclusivamente existen soluciones radicales a problemas extremos: revolución total o derrota del Hombre Occidental. No queda alternativa. Los dueños de la “macro-democracia” mercantilista han ido desgarrando lo que representaban las Naciones y los Estados para ir sustituyéndolos por el mundialismo, todo bien agitado en medios de desinformación a su servicio, para que así el cóctel globalizador resulte tentador y plausible para todas esas mentes imbuidas en la nada, en la falta de creatividad, de iniciativa, de independencia y verdadera libertad.

Aun así, el discurso oficial ya cansa, la poca soberanía que les queda a los pueblos vuelve a querer ser efectiva, quiere tumbar a su yugo desconociendo la tremenda dificultad que ello conlleva por todo el terreno que le han cedido durante tanto tiempo.

Las vagas esperanzas de levantamiento son los coletazos de un triste final, ya que así parece que el de Occidente se acerca. Como Roma, ahora el moderno Occidente contempla el fin de su era, provocado sólo y exclusivamente por la estrechez de miras de sus cada vez menos representantes. Su deslealtad ha provocado migraciones masivas, desempleo, destrucción de su ecología, su riqueza nacional, su moneda, instituciones, soberanía e independencia real. Las soberanías nacionales han sido trasplantadas por las concesiones de la población a aquellos mismos que les oprimen; a la Banca y a sus “mercados”.

Y ahí no queda todo, porque los dueños del mundo tienen preparadas sorpresas varias para los borregos sociales, para aquéllos que se han dejado subyugar sin atisbo de levantamiento. Se sucederán guerras, las crisis se multiplicarán y acentuarán para que así dar paso definitivo a un monopolio de poder mundial absoluto e inédito.

Que nadie crea que esos poderosos utilizarán su poder para conceder más derechos y libertades como nos llevan prometiendo décadas de falsa democracia. Los derechos individuales y sociales se perderán con mayor vertiginosidad que nunca, haciendo cada día más imposible derrotar a un muro inexpugnable.
Veremos lo que pasa, tan sólo espero que lo poco que queda de Occidente sepa dar al menos sus últimos coletazos dignamente y que, si por su inigualable peso histórico logra salvarse; lo haga, pero no sin cambiar lo actual, no sin rebelarse ante lo que nos imponen. No queda lejos el día en que las presiones contra la poblaciones y las Naciones estalle en un mar de llanto y que los propios europeos vuelvan a combatir entre ellos y contra ellos, para que los poderosos mundiales apaguen la última llama de esperanza que queda. Ya no queda una fuente occidental alternativa, porque a Roma la sustituyó Germanía  al imperio español el británico, pero ahora la globalización ya se ha encargado de que el verdadero occidente no tenga voz en el mundo.
 Desoladora historia, pero realidad pura, así quiero terminar diciendo que no les miréis, no atendáis a sus actuaciones, no carguéis las culpas a otros sino miraos a vosotros, pues requeriréis de poco tiempo para saber que sois los únicos responsables de vuestra propia destrucción.

JMML.  para Tierra y Pueblo.