Repetir una mentira mil veces hasta que la asimilemos como verdad. Son muchos opinólogos, políticos, financieros y demás fauna de vividores del sistema con presencia en los medios de masas los que son tajantes en su diagnóstico del por qué de la crisis: "Es que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Esta condena moral que pretenden que nos auto impongamos será el argumento ideológico que justificará las reformas a las que hemos de hacer frente, a la socialización de las pérdidas inmobancarias -si la culpa ha sido de todos, que paguen todos- y en suma al empobrecimiento masivo en el que se sumirá la sociedad española y del que saldrán indemnes los causantes de esta situación, ahora reconvertidos en salvadores del sistema.
La manipulación inherente a este mantra es de libro:
1º) Difumina la responsabilidad extendiéndola a un colectivo enorme -nada más y nada menos que "los españoles" en abstracto-. Como si la sociedad no estuviera pagándole el sueldo a unos elementos -gobernador del Banco de España, ministerios de economía, BCE...- que tenían los medios para prever y la responsabilidad de detener la irresponsable y enfermiza expansión crediticia que alimentó nuestra burbuja inmobiliaria y que ha llevado a la quiebra no sólo a nuestro sector financiero sino todo el país en su conjunto.
2º) Pretendidamente tergiversa el hecho objetivo -hemos vivido por encima de nuestras posibilidades- haciéndolo pasar como causa de la crisis en vez de como lo que es, CONSECUENCIA del uso cortoplacista y suicida que bancos y cajas hicieron de la liquidez que se bajaban de Europa. Ni "los españoles" fueron al BCE o al mercado interbancario a pedir créditos para chalés y cayennes ni se volvieron unos manirrotos irresponsables repentinamente a partir del 1 de Enero de 2002. España era igual de ignorante, irresponsable y manirrota en 1995 que en 2006. La diferencia está en que antaño un cienmilpelista no podía aspirar a un préstamo de 4.000.000 para un coche o de 30.000.000 para una casa y en 2006 sí. Dar créditos sin trabas a ignorantes e irresponsables fue una política del sector bancario, no un fenómeno sociológico.
El crack está al llegar. Y a medida que el dolor comience a sentirse más nos machacarán desde los medios de masas con el "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", como el padre maltratador que arrea cinto en mano a su hijo diciéndole "esto me duele más a mí que a ti". Fomentarán el enfrentamiento horizontal y el sentimiento de culpa entre la sodomizada ciudadanía lo que sea necesario con tal de evitar lo inevitable, un estallido social que haga peligrar la posición de la casta.
Los culpables tienen nombre, apellidos y están arriba. No lo olvidemos jamás.