viernes, 18 de mayo de 2012

PARIS, 13 de MAYO DE 2012


1.500 personas desfilaron en la mañana del domingo en París contra el mundialismo, y por tercer año consecutivo mediante la convocatoria de las organizaciones nacionalistas, Nouvelle Droite Populaire, Terre et Peuple, las Jeunesses nationalistes, movimiento juvenil creado en este último enero y que participaba por primera vez en este desfile patriótico, los estudiantes del GUD, los JNR y su servicio de orden cuya eficacia está bien demostrada, el Front Comtois, el Renouveau français, el movimiento 3e Voie, venido en gran número, y nuestros amigos belgas de NATION, sin olvidar a los grupos nacionalistas autónomos y regionales.

La manifestación empezó a las 10 h. ante la iglesia de la Madeleine, tomó la Rue Royale y la Rue de Rivoli y terminó a las 13 h. en la Place des Pyramides, a los pies de la estatua de Juana de Arco, heroína nacional de la que se conmemora este año el 600 aniversario de su nacimiento. También se vinculó con esta manifestación la memoria de Sébastien, un joven militante asesinado durante otra manifestación nacionalista en 1994. El grupo Renovación Francesa abrió el desfile, junto con los camaradas de Terre et Peuple.

La manifestación, propiamente hablando, comenzó con la procesión de la Nouvelle Droite Populaire, cuya primera línea estaba formada por una magnífica hilera de cruces célticas.Al mediodía, un gran meeting anti-mundialista en el curso del cual tomaron la palabra Pierre Vial, presidente de Terre et peuple y miembro del comité de la NDP, Robert Spieler, representante en jefe de la NDP, y Serge Ayoub, Presidente de 3e Voie. Fueron largamente ovacionados por la multitud presente.

La parte festiva de la manifestación también fue vivida por los participantes. Un joven cantante nacionalista, sobre la tribuna levantada para la ocasión, acompañaba con sus canciones la llegada de los manifestantes. Justo antes de la dispersión, éstos entonaron con fervor la Marsellesa, nuestro himno nacional.
En un perfecto orden, sin ningún tipo de incidente remarcable, esta manifestación, una semana después de la noche de histeria bajo los colores de las fuerzas de ocupación, el domingo pasado en la Bastilla, se ha demostrado, una vez más, que el pueblo francés, a la vanguardia del cual se hallan los nacionalistas, no tiene intención de dejarse asesinar sin reaccionar.