domingo, 10 de febrero de 2013

JACQUES BRUYAS, ¡PRESENTE!


Jacques Bruyas marchaba hacia la Estrella Polar durante el Solsticio de Verano (1). Un Solsticio que preparaba activamente dando, como hacía habitualmente, lo mejor de sí mismo. Hasta el punto de dejar la vida en ello (2). Como lo exige la ética de los guerreros.

Pues Jacques era un guerrero. Contrariamente a quienes satisfacen su buena conciencia al preparar la Revolución delante de la pantalla de su ordenador. Jacques tenía por hábito aplicarse a sí mismo cuanto exigía a los demás: El máximo de la entrega de sí mismo, al servicio de la Comunidad a la que pertenecemos. Como el oficial que salta el primero desde la trinchera. Y que es alcanzado por la primera bala.

Pero Jacques era también un despertador (de consciencias) y un vigía (de la consciencia). Pertenecía a esa Fraternidad de los Centinelas del Sol que es la mejor encarnación de quienes creen, contra toda lógica burguesa, que algún día Apolo regresará –y que entonces será para siempre–.

Jacques, desde hacía más de cincuenta años, estuvo en todas las lides de quienes se reconocerán bajo la denominación de esa “clase del 60” a la que Brasillach (3) apeló con toda su alma y que creció sobre una tierra regada con su sangre. Ardiente militante de la Fédération des Étudiants Nationalistes (4), durante aquellos años 1960 e. c. pesados de vivir pero en los que rechazamos dejar caer los brazos, Jacques fue seguidamente uno de los fundadores de la gran aventura que se llamó el G.R.È.C.E. (5) –fue en su ciudad de Nissa (6) donde se instaló el primer secretariado de la jovencísima asociación, mientras giraban las ronéos (7) para sacar los primeros textos de lo que iba a convertirse en la revista Nouvelle École... –.

Fuimos unos cuantos quienes comprendimos bien que nuestra Lucha debía tomar nuevos caminos, para estar presentes en una lucha de las ideas que no es si no el laboratorio indispensable en el que se fabrican las municiones destinadas a ir a buscar al enemigo sobre su propio terreno. Aquellos entre nosotros que eran estudiantes o recién salían de la universidad vivían en lo cotidiano la inmensa y mortífera influencia del marxismo en el mundo del pensamiento. Registramos bien entonces el que sigue siendo hoy nuestro mismo imperativo: Reflexionar para, seguidamente, actuar.

Espíritu brillante, curioso por todo, pero al mismo tiempo preocupado por estar pegado a las realidades, Jacques encarnaba felizmente a ese modelo de “intelectual orgánico” que avanzó un tal Gramsci, a quienes algunos leímos con pasión. Veo de nuevo todavía la cabeza de algunos cretinos reaccionarios que, cuando les hablábamos de Gramsci –que evidentemente desconocían por completo– se escandalizaban: «¡Pero es un marxista!». Pues sí, Ducon, era un marxista. Perteneciente a un género que, a decir verdad, resulta un poco particular. Y que nos enseñó que hay que saber ir a buscar en casa del enemigo los medios para vencerle.

Al hilo de los años y de los decenios, Jacques ha aportado una contribución decisiva a nuestra Lucha de resistencia y de reconquista. Siempre presto para coger al vuelo la idea nueva, el método de trabajo que pudiera reforzar a nuestro campo. Teniendo la misma edad, nos convertimos en veteranos. Pero un servidor apreciaba particularmente en él su disponibilidad, total, para ayudar lo mejor posible a los chavales y chavalas con medio siglo de menos que nosotros que se activaban –¿No es así, Magali?– en el marco de un Movimiento de Juventud caro a los corazones de quienes lo han llevado desde sus fuentes bautismales.

Jacques era uno de los pilares de nuestra Comunidad, esa Comunidad que algunos a veces han pretendido reducir a una mera escuela de pensamiento pero que es mucho más que eso. A riesgo de sorprender o incluso de chocar, afirmo que esa Comunidad tiene primero y ante todo una dimensión religiosa. Como todas las empresas que tienen vocación de jugar un rol en la Historia.

Es por ello por lo que somos unos cuantos en saber que Jacques marcha en Espíritu en nuestras filas. Y es suficiente que el Círculo se forme alrededor del Sol de Piedra, ante un gran roble o al borde de una fuente clara: Mientras que se eleva nuestro canto sagrado, las Oies Sauvages (8), Jacques está ahí, al lado de Jean~Claude, de Jean (9) y de tantos otros, entre nosotros, con nosotros. Y su eterna sonrisa un tanto burlona que alumbra todavía nuestra Memoria nos dice que todo está bien.

Pierre VIAL



Notas de los traductores

(0) Artículo publicado originalmente en el número 52, correspondiente al Solsticio de Verano de 2012 e. c., página de contraportada, de la revista etno-socialista Terre et Peuple Magazine.
(1) Jacques~Yves Bruyas, 15 de Junio de 1943 - 22 de Junio de 2012 e. c.
(2) Tanto es así que, por increíble que pueda parecer, tras haber talado y troceado un árbol para ser convertido en el eje comunicador simbólico del fuego ritual del Solsticio de Verano, en pleno corazón de esa naturaleza que tanto amaba, la muerte estrechaba con lazo fuerte a Jacques al ser aplastado por el mismo árbol, justamente, durante su traslado hacia un campo de alegría transformado en unos instantes en un lugar de duelo.
(3) La “clase del 60” que el fiel poeta catalán, francés y europeo Robert Brasillach cantara en su obra Lettre à un soldat de la classe 60; editada, junto a Les frères ennemis, clandestinamente [Dialogue tragique, Pavillon noir, París, sin fecha (Julio de 1946 e. c.)]. De la que existe una traducción anotada al castellano, Carta a un soldado de la quinta del 60, debida a Joaquim Bochaca i Oriol; editada, junto a Últimos escritos en prisión, en Poemas de Fresnes, por José~Manuel Infiesta i Monterde (Colección ‘El laberinto’, Ediciones de Nuevo Arte Thor, Barcelona, 1977 e. c.).
(4) Fédération des Étudiants Nationalistes o F.E.N., Federación de Estudiantes Nacionalistas.
(5) Groupement de Recherche et d’Études pour la Civilisation Européenne o G.R.È.C.E., Grupo de Investigación y de Estudios por la Civilización Europea. Recordemos también que, no en vano, el nombre de G.R.È.C.E. fue expresa y sabiamente adoptado por sus padres fundadores en aras a su clara alusión a la Grecia clásica, Grèce en francés, por sus evidentes connotaciones simbólicas, mitológicas e históricas, tan caras a todo europeo consciente de sus orígenes y que por ello mismo se precia como tal.
(6) En nizardo, variedad del occitano, Nissa; en castellano, Niza; en francés, Nice.
(7) De Ronéo, marca registrada de un tipo de hectógrafo o multicopista, de donde procede el vulgarismo “roneotipia”. Podría entenderse también como un ciclostil.
(8) Las Oies Sauvages, los Gansos Salvajes, versionada en castellano por Tierra y Pueblo:

Gansos salvajes al Norte van.

La Noche oye su grito.

Atento al Viaje. La Muerte está

acá y allá al acecho. (Bis).

Cae la Noche. Oscuridad.

Viaja, grisácea escuadra.

El Cielo brama y se oyen ya

rugidos de Batalla. (Bis).

Vuela, adelante, armada gris;

pon rumbo a mil y un mares.

Tú, volverás. Yo, no sé...

¿Cuál será mi Destino? (Bis).

Mas como Tú, con Lealtad,

marcho hacia la Guerra.

Murmúrame, si he de caer,

la Última Plegaria... (Bis).

(9) Jean~Claude Valla y Jean Mabire.

Traducción a cargo de Tierra y Pueblo.