Pues bien, durante esta semana se ha producido un hecho del que veníamos advirtiendo desde hace aproximadamente un año. Los líderes de los partidos más representativos de la extrema derecha europea han realizado una romería al estado de Israel, para consensuar y recibir instrucciones de los rabinos de turno. Bueno, hasta ahí parece un hecho normal, dado que es un ritual que cualquier político que se precie debe realizar al menos una vez en su vida para ser reconocido por el Sistema. Como los musulmanes lo hacen con su peregrinación a la Meca, vaya. Lo que ya no es tan normal, es que estos líderes sean los que en principio deben preservar los valores identitarios europeos. Ni que vienen de una trayectoria doctrinal que no vamos a nombrar por no ser políticamente muy correcta.
Ciertamente, es bueno reconocer los errores y máxime cuando tienes a bien creer que vas por el buen camino. Pues bien, mea culpa. También tuvimos nuestros errores. Pero ojo, solo hasta el mes de marzo de 2010.
Esa fue la fecha de inflexión de nuestra comunidad militante, cuando dijimos basta a las maniobras de prestidigitación política a las que nos tenia acostumbrados nuestro expresidente y actual director de orquesta de otras comparsas. Como veíamos una incongruencia en sus hechos y una contradicción con sus palabras, dijimos basta. Y nos mantuvimos firmes, puros, duros, inflexibles ante una injusticia y ante unos canallas.
Ahora, el tiempo los pone en su lugar. A los que iban a cambiar el mundo, el mundo los ha cambiado. Los que tenían vergüenza de pedir dinero, ahora ya no la conocen. Los que proclamaban allí donde iban que eran mejores que el resto, ahora buscarán un agujero donde esconderse. Los que nos hicieron llorar de rabia cuando nos enteramos de cómo eran. Esos, esos ya no cuentan para nadie. Por muchas páginas webs que se entrelacen, por mucho dinero que sigan recibiendo. Por muchos votos que tengan aprovechándose de la desesperación de la gente.
Olvidémonos de ellos, pero tengamos presente su felonía. Miremos al futuro y soltemos lastre. Reagrupemonos con los que quedan y empecemos a crear una verdadera comunidad que cimente una estructura política verdaderamente identitaria frente a estos advenedizos del sistema.
Demos un paso al frente y asumamos responsabilidades que determinen el futuro de nuestro pueblo.
Antonio Medrano.
Tierra y Pueblo
El camino del honor es el camino del deber, de la responsabilidad, del decoro y de la rectitud. Un sendero luminoso, iluminado por la voz y la luz de la conciencia, que se configura como sendero de nobleza, de grandeza humana y dignidad personal. Una senda heroica a través de la cual, obedeciendo a la ley de nuestro ser, nos armonizamos con el orden universal y nos construimos como personas, consiguiendo así nuestra liberación y realización integral.
Antonio Medrano.