jueves, 17 de marzo de 2011

EL DIA DE SAN PATRICIO


¡Feliz San Patricio!
¡Beannachtaí na Féile Pádraig oraibh!



A mitad de camino entre la historia y la leyenda, en los siglos oscuros, un britano-romano llamado Patricius llevó la fe cristiana a la Irlanda de los druidas y los clanes celtas. En su honor, durante siglos cada 17 de marzo Irlanda viene celebrando la festividad de San Patricio. Irlandeses de todo el mundo en la actualidad recuperan imágenes de tréboles y leprechauns [duendes irlandeses], entonan sus canciones tradicionales, beben cerveza y se intercambian regalos. Pero ¿quién fue San Patricio?
Existen pocas evidencias históricas de la vida de San Patricio (salvo dos escritos suyos que narran su cautiverio y su misión, aunque sin poner fechas). De hecho sus primeras hagiografías [vidas de santos] datan del siglo VII, un siglo y medio después de su muerte, y hoy hay estudios que concluyen que muchas referencias atribuidas a Patricio corresponderían en realidad a Palladius, un diácono enviado para evangelizar Irlanda. No obstante, suelen darse por buenos los siguientes datos:
Patricio nació alrededor del año 387 en Bennhaven Taberniae, en la isla de Gran Bretaña. Era hijo de un diácono y nieto de un sacerdote cristianos, que a los 16 años cayó prisionero de piratas irlandeses que lo vendieron como esclavo en la isla de Irlanda. Tras varios intentos, logró huir seis años después, regresando con su familia. Su fe había crecido durante el cautiverio y más adelante llegó a ser diácono e incluso obispo de la Iglesia, tras lo que decidió volver a Irlanda como misionero para predicar el Evangelio.
En una isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes celtas sometidos a la poderosa autoridad de los druidas, Patricio supo adaptarse muy bien a la sociedad irlandesa, respetando sus tradiciones y costumbres propias, lo que le permitió fundar varias comunidades cristianas y formar un clero local, germen de una Iglesia celta caracterizada por la integración de tradiciones, como la cruz celta (en que se mezcla el crucifijo de Cristo con el sol de los celtas). Hay que tener en cuenta que Irlanda nunca fue romanizada, que las tropas de Roma nunca cruzaron el mar que separaba Britania (Gran Bretaña) de la vecina Hibernia (que era como denominaban a Irlanda). Así la evangelización no la impusieron las legiones como en el resto de Europa, sino la voluntad de este misionero voluntarioso que, según la tradición, supo explicar los misterios de la religión cristiana al pueblo celta de la mejor manera en que podían entenderse. Patricio murió, según distintos estudios, en torno al año 461 ó en el año 493. En el siglo VII se le nombró santo patrón de Irlanda, honor que comparte con Santa Brigida y San Columba.
Numerosas leyendas y tradiciones han elevado a San Patricio al lugar que ocupa. Se le atribuye, por ejemplo, la hazaña de haber librado la isla de serpientes. ¿Cómo explicar, si no, que en Irlanda no existan ofidios silvestres, al contrario que en Gran Bretaña? Aunque la tradición más popular es la que narra cómo San Patricio supo explicar a los nativos irlandeses en qué consistía el misterio de la Santísima Trinidad. Para que todos entendieran eso de que Dios era uno y trino, con tres personas distintas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), Patricio utilizó un trébol, tan extendido en la isla, porque un mismo tallo presenta siempre tres hojas. 

Articulo cedido por Innisfree. Un blog sobre Irlanda, de Chesús Yuste.

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