Antes de iniciar este articulo de opinión, desde Tierra y Pueblo queremos expresar nuestra mas enérgica repulsa frente a este criminal doble atentado cometido en Noruega, así como nuestra solidaridad con las victimas de esta masacre.
Desde hace un par de años (el tiempo de vida de este blog) estamos advirtiendo de la irrupción en el escenario político europeo, de una extrema derecha antiinmigracionista con un fuerte componente islamofobo. Son varios los escritos que venimos realizando al respecto, incluidos los discursos de Pierre Vial. Esto supuso como nuestros lectores saben la fractura de nuestra organización y la salida de esta de los militantes que abogaban por una aproximación hacia esta deriva ideológica.
El hombre que ha sido arrestado por el crimen de Oslo, Anders Behring Breivik, es, según las investigaciones, un extremista Sionista. Se auto-proclama anti-racista y en repetidas ocasiones ha mostrado su desprecio hacia los nacionalistas étnicos. En su perfil de Facebook incluso tiene colgadas fotografías en las que aparece vestido de masón. Si se tira del hilo, se podrán encontrar publicaciones suyas en Internet en las que demuestra su amor extremo hacia Israel y un odio acérrimo hacia aquellos que muestren cualquier tipo de simpatía con la causa Palestina.
El asesino Behring, viene a ser un claro exponente de cómo una postura que puede ser defendible desde un punto de vista nacionalista identitario se degenera al ser contaminada por ciertas ideas anti-islamicas y pro sionistas que actualmente se están imponiendo en los partidos populistas e islamofobos en toda Europa.
Es significativo que el atentado en contra del gobierno noruego y la matanza de jóvenes laboristas en un campamento de verano, se haya cometido justo al día siguiente en que en esa misma isla se hubiese iniciado por parte del partido laborista noruego un boicot al estado de Israel por los continuos crímenes cometidos por este en contra de los palestinos.
Desde nuestro punto de vista este doble atentado cumple varios objetivos a la vez y tendrá determinadas consecuencias. No nos gusta ser agoreros pero al final los hechos suelen confirmar nuestras afirmaciones. De momento el gobierno noruego ya ha recibido una advertencia de donde no debe de meter las narices, el Parlamento Europeo ya esta hablando de endurecer las leyes contra el racismo y la xenofobia, haciendo especial hincapié contra los grupos identitarios. Esto servirá para estrechar el cerco contra los verdaderos movimientos identitarios para reforzar la extrema derecha islamofoba apoyada por Israel y sus adlateres europeos. En España ya esta sucediendo algo parecido con el anuncio de la irrupción a nivel nacional de un proyecto auspiciado por la Plataforma per Catalunya, claro exponente de esa extrema derecha islamofoba.
Por cierto, la imagen de Anders Behring Breivik vestido de chaqué con ornamentación masónica, nos recuerda las poses con este tipo de vestuario de otros ilustres paladines de esta corriente ideológica, bailando al son de viejos valses vieneses.