domingo, 8 de mayo de 2011

EL APRENDIZ DE BRUJO

Todos aquellos que en el mundo llamado "Occidental" son esclavos, consciente o inconscientemente, de la ideología cosmopolita cuyo brazo armado esta representado por el eje Washington-Tel Aviv se regocijan en voz alta por la muerte de Bin Laden, apresurándose a celebrarlo, ya veremos si su entusiasmo no se torna rápidamente en lágrimas de sangre.
Todo aquel que quiera estar informado, sabe hace tiempo que la marca Bin Laden fue fabricada por la CIA, surgiendo por tanto muchas preguntas sobre la manipulación que ha realizado el tándem Washington-Tel Aviv del personaje, como si fuera el Coco, útil especialmente en los países europeos. Pero al mismo tiempo Bin Laden se convirtió para muchos musulmanes en el símbolo de su deseo de poder.
Los servicios de EEUU, así como los de Francia, saben desde hace tiempo donde esta Bin Laden. Entonces, ¿por qué golpear ahora? Quizá lo sabremos algún día. Ahora los Yankees han ganado una victoria Pírrica al afirmar que Al Qaeda se ha debilitado. Toda causa necesita un mártir y ahora el Islamismo lo tiene. ¿Quién sino va a conjurar a los nuevos combatientes, borrachos de venganza, listos para cualquier cosa?
Los occidentales pagaremos un alto precio.
Luchamos contra la ideología de todos los monoteísmos hijos de Abraham,  pero como buenos paganos respetamos todas las religiones siempre y cuando no sirvan como coartada para la conquista de nuestra Tierra y la sumisión de las naciones de Europa.
A diferencia de los que ven en el Islam una buena herramienta para sus campañas electorales y que sin embargo se muestran reacios a formular la pregunta correcta, nosotros la exponemos a bocajarro y respondemos.
La lucha contra la inmigración no es un tema religioso sino racial.
El Islam que se practique fuera de Europa funcionará pero a medida que nuestra ecuación "Una Tierra, un Pueblo" no sea respetada y que la invasión de nuestra tierra, Europa, se haga en nombre de Alá, nosotros levantaremos los estandartes por la liberación y la reconquista de Europa.

Pierre Vial